Uno vive a veces encerrado en un mundo determinado, en su mundo, e ignora por lo que sea lo que tiene cerca y le está llamando a gritos. El visitante habitual de este blog, si es que existe, sabe de sobra de mi alergia a los altavoces y de mi afición por todas las músicas que pueden, o que deberían, ser escuchadas en vivo sin altavoces, ya sea música clásica, flamenco o una canción popular con el acompañamiento de turno. Naturalmente eso es una utopía en el mundo en que vivimos, pero todos sabemos que hay músicas más acústicas que otras: no es lo mismo un concierto, cualquiera, de Jordi Savall, que otro de Bruce Springteen. Y yo escucho con gusto los dos, para contradicciones las mías.
Cuento esto para hablar de una sencilla canción de Itoiz, un grupo vasco que probablemente sea muy conocido pero del que yo, en mi completa ignorancia, desconocía incluso su existencia hasta hace poco. La vida tiene a veces meandros inexplicables que en este caso me han llevado a conocer esta preciosa canción, Lau Teilatu, Cuatro Tejas:
Para los más curiosos aquí una traducción del texto, sencillo y hermoso como las ilusiones que uno alberga en su juventud, y que con algo de suerte conserva cuando las canas rodean la calvicie.
Estamos aquí
y me alegro
y seguro que tu padre también;
y qué bien...¿cómo va
tu bufanda blanca?
Cuatro tejados encima
la luna en medio y tú
mirando hacia arriba,
tu humo en las manos
con un soplo...soplo!
va a venir donde mí
y de nuevo seremos
felices
en la fiesta de cualquier pueblo.
Dulcemente
cántame
María Solt de Benito.
Sin llorar,
estás blanca y las lágrimas
borran tu color.
Cuatro tejados encima
la luna en medio y tu
mirando hacia arriba,
tu humo en las manos
con un soplo...soplo!
Va a venir donde mi
y de nuevo seremos
felices
en la fiesta de cualquier pueblo.
Feliz-felices mañana
volveremos a estar
con un poco de champán;
sin dinero pero
las estrellas estan con nosotros
junto con la musica de un piano.
Cuatro tejados encima
la luna en medio y tu
mirando hacia arriba,
tu humo en las manos
con un soplo...soplo!
Va a venir donde mi
y de nuevo seremos
felices
en la fiesta de cualquier pueblo.
La cuestión de esta entrada no es en realidad presentar a Itoiz, sino dejaros una joya enorme como esta que he encontrado. Es la canción de Itoiz en un arreglo para voces iguales, la interpretación es del grupo Vocalia Taldea que dirige Basilio Astúlez, gran director que es cada vez más conocido en todo el mundillo coral. Yo tuve la suerte de escucharles en vivo en esta interpretación que hicieron en el Certamen de Tolosa en octubre de 2016. Y una vez más se confirma que nada hay más bello que la voz humana. Basilio tiene además una cualidad que yo aprecio enormemente: expresar y sentir forman parte de su ser.
Curioso; escondido entre el pelotón de campesinas hay...¡un hombre! Y, fijándose uno bien, a veces... ¡hasta se le escucha! XDDDDDDDD
ResponderEliminarPues aquí uno que sí que conocía la existencia de Itoiz, aunque tampoco le prestara mucha atención. Mucho mejor la versión coral, en mi opinión.
Un abrazo!
La cuestión es que el hombre es contratenor, canta la misma tesitura que las altos. Ya volveré sobre el tema, se que a tí no te gusta mucho la voz de contratenor, o eso creo recordar de algún comentario antiguo.
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