lunes, 10 de mayo de 2021

Covid-19 y la prensa


 Me ha sorprendido en las últimas semanas descubrir dos noticias interesantes en la prensa internacional que, salvo error por mi parte, han sido completamente ignoradas en la prensa española, siempre muy ocupada con la política de partidos y los rifi-rafes vergonzosos de sus venenosos personajes, pero poco dispuesta a hacer un verdadero trabajo periodístico.

  La primera de estas noticias está relacionada con la producción de vacunas AstraZeneca, AZ a partir de ahora, y la comparación de los dos contratos de suministro que firmaron en su momento  con AZ el Reino Unido y la UE. A día de hoy, 9 de mayo de 2021, la cifra incontestable es que en el Reino Unido hay un porcentaje mucho mayor de vacunados que en cualquier país de la UE, en gran parte debido a que han dispuesto de muchas más vacunas AZ. Lo curioso es que nadie nos dice por qué se han suministrado más vacunas al Reino Unido que a la UE, como tampoco nos dicen que cuando el Reino Unido tuvo que firmar el contrato para el suministro de vacunas envió a un grupo de tiburones, perdón, de abogados, de lo más lustroso y curtido en firmar contratos que lo llenó de cláusulas que penalizaban severamente a AZ en caso de no cumplir con las entregas acordadas; en el caso de la UE, también se reunieron con un grupo de abogados, pero a falta de mejores ideas lo hicieron de acuerdo a una legislación belga mucho más laxa que la británica, y además el contrato estaba redactado de buenas intenciones donde solo se han incluido frases del tipo “entregas tan rápido como sea posible”. Al margen de lo que cada uno pueda pensar hoy de la vacuna de AZ, que ahora está el mundo lleno de expertos en virus e inmunología, lo cierto es que comparar los dos contratos da una idea de la metedura de pata de la UE en este asunto (en otros también, pero no son objeto de este artículo). Mientras escribo estas líneas el inefable comisario europeo Thierry Breton se llena de orgullo y medallas diciendo que no se va a renovar el contrato con AZ. En la UE a veces se pone al zorro a cuidar del gallinero, y luego nos explican que hay que creer más en Europa.


  La segunda de las noticias a las que me quería referir ha sido publicada en The Lancet y replicada en la prensa francesa, que es donde yo la leí. Un grupo de economistas han elaborado un informe comparando las decisiones tomadas durante la pandemia por los países de la OCDE. Han tomado en consideración el PIB, número de muertes por Covid-19, las medidas de confinamiento adoptadas durante los primeros 12 meses. El informe divide los países en dos grupos, por un lado los que optaron por una eliminación del virus (Australia, Islandia, Japón, Nueva Zelanda y Corea del Sur) y por otro lado el resto, incluida España, que adoptaron una actitud que podríamos denominar de convivencia con el virus, en el que se adoptaron medidas de confinamiento en función de la saturación del Sistema de Salud; es lo que presentaron con ese falso dilema de la salud o la economía. Por sorprendente que parezca, en todos los parámetros salen ganando los países que primero adoptaron medidas muy severas con la idea de eliminar el virus; hablamos de que durante los primeros doce meses de pandemia han tenido menos muertos, el PIB se ha recuperado antes y la economía mejora ostensiblemente, pero además las medidas restrictivas solo fueron más severas durante las primeras 10 semanas pero desde entonces gozan de mucha más apertura.



  Algunos datos del informe son demoledores: esto es un problema global y los países que optan por convivir con el virus plantean claramente un problema al resto de países. El comercio, los viajes, la economía en general seguirán sufriendo de lo incierto del resultado de la lucha contra la pandemia. 


  Y ahora añado yo: conviene estar informado. Informarse cuesta, en tiempo, en esfuerzo y en dinero, y desde luego no garantiza la felicidad, antes al contrario, pero al menos uno tiene argumentos para saber cuándo algunos políticos ignorantes e incompetentes le están vendiendo la moto. Huelga decir que en España hay más de uno, y que en Madrid hay sobre todo una. Cuando llegue el día de hacer balance sobre las decisiones que se están adoptando, es mejor que sepamos por qué mandamos a paseo a unos u otros, y que seamos cada vez más exigentes a la hora de dotarnos de unos representantes políticos.




No hay comentarios:

Publicar un comentario