sábado, 14 de enero de 2017

Acoso

La noticia ya es conocida, es de hace varios días: una niña de 13 años se ha suicidado en lo que parece un episodio más de acoso escolar. Trece años: suicidio. ¿Nos estamos volviendo locos en esta sociedad? Yo lo que quisiera es que la próxima vez que haya que discutir y negociar sobre una nueva ley de educación, además de la siempre presente discusión sobre el tiempo que se dedica a la religión, que todavía no sé por qué tiene que ocupar ni un solo minuto de la escuela, o de la discusión sobre las materias a enseñar, el personal piense un poco también que un sistema de enseñanza que se precie discute antes cuantos alumnos hay por clase, y cuantas horas dedican los profesores a formarse, y cuantas a continuar con su formación. Un sistema de enseñanza que se precie coloca a los colegios (públicos, por supuesto) en el centro del barrio, y después aparece la biblioteca (pública, por supuesto) al lado del colegio, y después el gimnasio (público, por supuesto) donde van a ir los abuelos que acompañan a los chavales; ya vendrán después las cafeterías y las tiendas a instalarse alrededor buscando los clientes. Un sistema de enseñanza como es debido hace todo lo habido y por haber para que la profesión de docente sea la más apreciada por la sociedad. Con un sistema de enseñanza diferente quizá se podrían detectar antes casos como el de Murcia, o quizá no, pero al menos se habría intentado.

Alguno pensará que es utópico lo que he dicho arriba, que no existe un solo país con un sistema de enseñanza con lo que yo pido, pero no he hecho más que tomar ejemplos concretos de la Enseñanza en Holanda y Finlandia.





No hay comentarios:

Publicar un comentario