Al hilo del reciente atentado contra un centro de menores en Madrid, recupero una columna de Almudena Grandes publicada el pasado mes de mayo a propósito de unas amenazas muy claras vertidas sobre los candidatos de IU-Podemos en un pueblo de Castilla La Mancha, La Puebla de Almoradiel. Está todo en la foto con los 16 conejos muertos colgados, representando a los 16 candidatos de IU-Podemos. No hay hechos aislados, estos no ocurren “porque sí”, esta misma semana se han publicado estadísticas de Estados Unidos donde se relacionan claramente los discursos supremacionistas de Trump y el aumento de atentados racistas o contra inmigrantes.
Digámoslo alto y claro una vez más, en la noche de las elecciones, el pasado 10 de noviembre, los de Vox gritaron “a por ellos, a por ellos”, y casi nadie ha salido a recriminarlo. Apuntaron con el dedo al centro de menores y alguien lanzó una granada, la noticia apenas ha ocupado unas líneas, ni siquiera ha sido la más destacada en los periódicos… Esperamos acaso a que ocurra algo irreparable para que nos llame la atención?
No me extiendo más, no hace falta. Dejo aquí la conclusión del artículo de Almudena Grandes, ella lo explica mejor que yo.
“ El 28 de abril, más de dos millones y medio de españoles votaron al partido de los conejos muertos. En un acto de aquella campaña electoral, Iván Espinosa de los Monteros, candidato madrileño de Vox, dijo, literalmente, que los progres parecen gente normal, pero no lo son porque son progres. Y cuando se asume que hay gente que parece normal pero no lo es, la distancia entre una persona y un conejo se acorta considerablemente.
A lo mejor les parece que estoy exagerando, pero hace días que miro la foto que me mandaron desde La Puebla de Almoradiel y todavía no he conseguido examinarla con serenidad.”
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